¿Qué pasó hasta ahora?
Este año la inflación a nivel mundial se lleva todas las miradas y las últimas cifras en Estados Unidos no dejan de llamar la atención. El IPC en la principal economía del mundo se encuentra en máximos no vistos en 40 años, con un alza del 8,6% en los últimos doce meses.
La inflación ha hecho que la FED (Banco Central de EE.UU.), se encuentre en un proceso de alza progresiva de tasas de interés con el objetivo de frenar la subida en los precios, ya que este mecanismo desincentiva el consumo y la inversión, lo que genera que los precios tengan cierta presión a la baja. El problema de esto es que no es un efecto inmediato, por lo mismo se siguen conociendo cifras inflacionarias altas pese a las medidas que toma la Reserva Federal.
Junto a lo anterior, se ha conocido un crecimiento económico en EE.UU. seguido por el dato del PIB (Producto Interno Bruto) trimestral, el que fue de un negativo -1,6%.
¿Qué se viene?
El 13 de julio se conocerán nuevos datos de inflación en EE.UU., “la que sin duda se llevará toda la atención del mercado y donde se espera que suba al 8,7% para los últimos doce meses, lo que mantendría la estrategia de la FED de mantener tasas de interés en niveles altos. Hoy se encuentra cercana al 1,5% - 1,75%”, afirmó Nicolás Müller Lyng, responsable de Capitaria Uruguay.
En Europa ocurre el caso contrario, ya que el Banco Central Europeo (BCE) mantiene las tasas en torno al 0% y la misma institución ha mencionado que no será tan agresiva con las medidas que pueda tomar para contener la inflación, ya que el impacto económico podría ser alto.
El 23 de julio se conocerán las cifras de crecimiento económico en EE.UU., específicamente del PIB trimestral, donde se espera un crecimiento del +1,1% muy por sobre el -1,6% del periodo anterior. “De llegar a conocerse un dato negativo del PIB sería una segunda cifra de crecimiento económico bajo el 0%, lo que pasaría a conocerse como una “recesión técnica”, por lo que hay bastante miedo en el mercado en relación a lo que pueda suceder con este dato”, agregó el especialista.
Un antecedente a tener en cuenta es el indicador “GDP-Now” de la Reserva Federal de Atlanta, el que veces anteriores se ha anticipado a lo que podría pasar con el PIB de EE.UU., y en esta ocasión tiene previsto que el dato sea del -1,9%. De ser así, implicaría una recesión técnica para el país norteamericano, lo que sería una mala noticia para el mercado.
La importancia de estos datos para el mes de julio radica en que todo lo que afecta a EE.UU. repercute en el resto del mundo, ya que es la principal potencia económica a nivel global.
“Por último, hay que tener en consideración lo que pueda ocurrir entre Rusia-Ucrania, ya que si existen mayores sanciones para Rusia esto podría repercutir en el precio del petróleo o del gas y esto generaría mayores expectativas de inflación en el mundo, lo que es negativo para la renta variables y la economía en su conjunto”, finalizó Müller Lyng.
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