El infectólogo Julio Medina, Prof. Director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas, participó de una charla organizada por la Federación Médica del Interior (FEMI) en la que aportó información clave para que el personal médico y no médico que está reticente a vacunarse pudiera despejar sus dudas.
Medina detalló los principales aspectos de la vacunación contra la COVID-19, el proceso de desarrollo, riesgos, seguridades, efectos secundarios y más detalles que sintetizamos en estas 10 claves para la vacunación en el personal de la salud según el Dr. PhD. Julio Medina.
Si tengo entre 55 y 59 años y soy personal de la salud, ¿me vacuno con Coronavac (Sinovac) o espero la vacuna de Pfizer? “Lo que hemos dicho a los colegas es que cuanto antes se vacunen con la vacuna que tengan disponible es mejor”, afirmó Medina.
Pfizer no brinda más protección en enfermedad grave o ingreso a CTI, sino que brinda cobertura mayor en enfermedad leve y asintomática. “Indirectamente uno cuida más a los pacientes de esa manera”.
Lo que más genera incertidumbre es cómo podemos tener vacunas seguras tan rápidamente: “Hay que tener claro que las tres fases clínicas de prueba (1, 2 y 3) se realizaron en forma superpuesta en el tiempo, lo que acortó los plazos. Hubo aceleración, pero no se saltearon pasos. Eso nos debe dar seguridad a la hora de evaluar las vacunas”, afirmó Medina.
“El personal de la salud tiene un compromiso diferencial. Debería dar el ejemplo al vacunarse, así como ayudar a disminuir el ausentismo laboral en un momento en el que se están precisando recursos humanos. Además indirectamente se protege a los pacientes porque cuando uno se vacuna deja de ser fuente de infección”.
Pfizer ya está aprobada y/o en uso en 65 países y la vacuna de AstraZeneca en 69 países. En el caso de Coronavac en 12 países y ya se han administrado por lo menos 12 millones de dosis de la misma. Al evaluar qué es lo que queremos prevenir con las vacunas, tengamos en cuenta que “Sinovac no logra la misma eficacia en asintomáticos ni en sintomáticos leves”, mientras que las vacunas de ARN sí logran una alta eficacia incluso en esas fases de la enfermedad.
La eficacia global de Pfizer es del 95%, pero en reducir la mortalidad al día 7 después de la segunda dosis es del 100%. La vacuna Coronavac (Sinovac) tiene una efectividad probada cercana al 100% en prevenir eventos moderados y graves de COVID-19 y con la segunda dosis los efectos adversos son menores, manifestados apenas por el 3% de los vacunados.
El 50% de los vacunados con Pfizer manifestaron “fatiga” como principal efecto adverso tras la segunda dosis.
De las tres vacunas que van a llegar a Uruguay, ninguna tiene contraindicaciones para personas con VIH, pacientes con enfermedades crónicas o cáncer, trasplantados ni para aquellos padecen enfermedades autoinmunes. De hecho hay que estimular que estas subpoblaciones se vacunen.
“Para el embarazo y la lactancia la vacunación no se va a promover masivamente, pero si la embarazada pertenece a un grupo de riesgo o es personal de la salud, lo ideal sería ofrecer la vacuna”, explicó el infectólogo.
Todos los ensayos y conclusiones de las 12 vacunas aprobadas se realizaron sobre una población mundial usando mascarillas y con distanciamiento social. No conocemos la variabilidad de las vacunas en otro contexto.
Para finalizar, el Dr. Medina concluyó que “la mejor vacuna que tenemos hoy es la que está disponible, la que salva vidas. Hay que vacunarse apenas se tenga la oportunidad”.
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